martes, agosto 18, 2009

Lichis II parte

Tras la primera parte, ahí va la segunda acerca de mi conexión Lichis.

Desaparecido, para mí, tras la gira del "Ni jaulas ni peceras", me lo encontré en el canal local TeleK (la tele de Vallekas sin licencia, porque no las quieren dar, y que interesa a más de uno cerrar).

Allí se marcó algún tema guitarra española en manos (se toca con dos, ¿no?).
Había aparecido "Hotel Lichis". Un discazo que no tuvo el éxito de "Vestidos de domingo" y "Ni jaulas ni peceras", pero que tuvo más repercusión que el de "Cabrón".

"Hotel Lichis" comienza con una canción que ya quisiera firmar el mismísimo Sabina y encierra, en otras tantas, la sublime sustancia poética dentro de lo que algunos llaman pop y el señor Lichis reivindica como POP.
Disco en el que se apunta una declaración de intenciones sobre su nuevo rumbo vital. El que inevitablemente tienen que coger las grandes estrellas si no quieren acabar la función antes de tiempo.


Este disco no fue acompañado de gira como tal, aunque se le vio, por ejemplo, por el Extremúsika con un show menos excesivo.

Y de pronto el Lichis apareció por Cádiz...

Carteles del chiringuito de Eloy, La Gata (maltrecha ahora por orden municipal) anunciaba la agradable sorpresa de la actuación de La Cabra Mecánica por allí.

Y allí estuvimos, cerveza en mano, posaderas en la arena y en la boca cada uno de los temas que se fueron desgranando.



Fernando Polaino (el doble de Santi Rodríguez) en un mano a mano con el Lichis y un poco de percusión arrítmica a cargo del ahora baterista de Fulanos de Tal (bueno, ahora se hacen llamar Fulanos y la Mengana Band) elevaron el nivel del mar con su buen rollo, sentido del humor y contundencia farandulera.

Dos tardes estuvieron por allí. Dos fiestas.

Fue muy gracioso encontrármelo en la barra, tras el concierto, sin agobio de ningún fan. Le dije que le estaba buscando para darle un abrazo.

Charlamos un rato, a ratos también. Nos vino a interrumpir el mismísimo Javier Krahe (no todo va a ser follar). Del que dije al Lichis, él era el "hereu". Aunque también tiene el toque libertario de Kiko Veneno. Heredero de unos cuantos, pues.

Allí, emocionado por el encuentro y las cervezas al sol, pude proponerle algún tema que quizá fructifique. Fructificará de alguna manera. Los proyectos, con acción, salen adelante.

Y la última conexión Lichis se fraguó tras las puertas del Hebe de Vallekas, cerrándose el círculo de nuestros encuentros lejanos. El garito celebraba la fiesta de apoyo a la Batalla Naval de Vallekas. El día antes de Nochebuena se marcaron por allí, Fernando y él (ya ni batería les hace falta), una noche buena.

No le abordé esa noche, la navidad me reduce la actividad creativa y las ganas de socializar. Pero por allí anduvimos (que poco me gusta este pretérito perfecto simple).

Ahora estamos a las puertas de recibir un nuevo disco, gira incluida. Por allí andaremos (me pirro por los futuros)



"si mis sueños no te dejan dormir
cuenta ovejas, no me rayes" Miguel Ángel Hernando.



miércoles, agosto 12, 2009

Lichis I parte

Conocí al Lichis antes que él a mí. Normal, o no.
Aquel "vámono gorda, vas a ser mía" removió las meninges de más de uno. Por aquel entonces yo sufría, sin saberlo, empacho radioformulero (que sus buenas cosas ha traído, pero mucha musiquilla transformada ahora en politono que se apropia de tus ganas de vivir, también).

Luego vino "Cabrón", su segundo disco. Con menos apoyo y que, como uno seguía enganchado a la radiofórmula, ni se enteró. Y por fin el éxito, María Jiménez de por medio y reivindicación nada "cool" de la existencia humana.



No pretende ser esta entrada un repaso a su discografía, ni mucho menos. Tan sólo mencionar que aquí empezó el subidón del Lichis con su grupo "La Cabra Mecánica". Un directo cojonudo, donde recuperó canciones y pulso, se materializó en una gira agotadora llevando su feria ambulante con una energía descomunal.

En Alcoy, en un festival, pude saludar al genio (me lo había cruzado tiempo atrás en el Hebe de Vallekas, pero cada uno a su bola y todos a la de la copa). Me colaron (me gusta más colarme, pero todo tiene su mérito) en el camerino tras el concierto. Por aquellos días lo cerraba vestido de patriarca, bastón incluido y un "Larga vida a Barón Rojo".

Aquello del Barón llegaba. Porque el Barón marcó a toda una generación con aquel: "Vas sin afeitar, dice el sheriff del lugar. Y además con tías buenas...".

De todo esto lo que peor llevaba el artista era el boom de la canción de la ONCE. Aquella de "No me llames iluso", que vino de "bonus track" en el disco "Ni jaulas ni peceras" (el disco en vivo mencionado).

Así es la vida.

Luego el bajón, el abandono del paraguas comercial de nuevo (no sé si bilateral) y la sensación comentada de que Melendi ocupaba el hueco (comercial, visual o de producto mediático) que él dejaba.

Y eso, que el Lichis y su Cabra Mecánica desaparecieron. Y yo, ni corto ni perezoso, adapté la letra de su canción "Drip Pop" (escuchada en el directo) para que una nena se animara en sus recientes, por entonces, avatares.

En aquella primera conversación, a raíz de esta revelación, el autor de la original contó extremadamente rápido una anécdota sobre adaptaciones y demás de la cual me acuerdo más bien poco.

Aquí va la letra, no sin algo de pudor:

Drip Pop Adaptation
(De oficinas, informática y coches demasiado viejos, larga vida al Rock)


La Rara, la Rara, la puta de la Rara
díselo a tu mama, o díselo a tu prima...
o vete a por un donut con la Carmina...

Buscas muchas cosas, por ejemplo
Buscas encontrar lo que gusta.
Esperando en el barrio con el Daví
que arranque, ¡dios!, el puto Horizon
Y no pasa de la curva.

Parece que “aganca”.
En idiomas bien distintos
¡joder, morralla, puto!
Sin dramatismo,
que estamos hablando de un turismo.

Estribillo
Ni jefes gordos ni jefes chicos
De esos que vienen calentitos
de comerse un buen chuletón,
las gallinejas con morcón
pacharán o rioja, güiscucho garrafón.

Ni listos, ni voceras
Cada porra la última
Cada cerveza la primera
Y nuestra sábana
almidón de siestón, nos espera.

Ni listos, ni voceras
y aparta Maqueaíto
que soy el puto Josito, El Consultol.

Ni listos, ni voceras
¿Qué has tocao a fondo?
No compila la función.

(estribillo)

Ahora que sé
que el becario no tiene fondo
ni Rari techo
me jarto a reír ensimismada en mí misma
Larga vida a los WASP
que hoy estoy que lo tiro.

Andrés Calamaro
siempre ensaya con la tocha puesta.
Y ni por esas consigue
no pasarse de las 100 canciones.
No te pido que quites el compact disc,
me conformo
con que no me toques los cojones.

(estribillo)

Ni listos, ni voceras
y aparta Maqueaíto
que soy el puto Josito, El Consultol.
Ni listos, ni voceras
¿Qué has tocao a fondo?
No compila la función.
(bis)

(estribillo)

No voy al Canci, no voy al Derrame
ni voy al Menor.
Pero sé que mis amigos
tocarán “brave new world”.
Tampoco yo pediré otra canción.

Hay gente que te quiere,
Hay gente que es que mu rara,
Hay gente pa'tó.

Y hay que cuidarse, Nena,
Y fumar algo más de verdura.
Ni partirse la camisa.
Ni rasgar las vestiduras.
Ya no pido más cerveza
me reparta la columna.
vamos pa'llá...





Continuará...

martes, agosto 04, 2009

Y Hetfield cumplió años

Ayer 3 de agosto (cuando uno no se acuesta sigue siendo 3, pero bueno) cumplió 46 años James Hetfield, líder de la banda de heavy metal más influyente de los últimos 25 años. O sea: Metallica.



Sin entrar en más detalles musicales y biográficos, porque no tengo ni puta idea ni tengo ganas de documentarme, entraré en otros detalles, más propios de mi recinto blogger.

Descubrí por casualidad dicha efemérides leyendo el periódico cuando aún retumbaban en mis oídos los rasgados compases de su guitarra en un mítico concierto (mítico para mí) celebrado el día anterior.

Metallica, un descubrimiento tardío en mi sonora vocación, borró con su "Whiskey in the jar" el mal sabor de boca que dejó el concierto de Barricada apenas una semana antes. Nota: aconsejo leer el enlace, es corto y no tiene desperdicio.

Lástima de condición humana, ¡puaj! (esto es un escupitajo al olimpo de los hijoputas).

Al Hetfield se le veía feliz, disfrutando con cada temazo y mirando mucho al público (se ve mucho desde el escenario, más de lo que parece). Amortiguado por el cansancio pero también feliz por dentro, disfruté yo también.

La experiencia metalera me ha dejado tan noqueado que mi cabeza no para de repetir y escuchar el "Searcheeeeeeeeeeeeennn....siiiiikkkkandeeeeesstroy" una y otra vez.

Y es que no hay nada como un buen pisotón hacia delante para dejar atrás los malos ratos.

Y así de sensiblero me he dispuesto a brindar con whiskey a la salud de Hetfield y compañía.

"So close no matter how far..."






La respiración contenida

De un día para otro vino la hostia y cortó la respiración. Un virus malo, malísimo, llega, se expande, mata, colapsa. De un día para ot...