miércoles, enero 05, 2011

2011 o la entrada del año

Penita, pena me estaba dando ya dejar este blog. Le cambié la apariencia, sí. Le puse unas cuantas secciones (con la "nueva" versión que me resistía a "ejecutar" es sencillo hacerlo). Y escribí un par de posts. Luego, ahí lo dejé. Sin dar explicaciones.

Ahora que arranca el año me pongo a ello, por aquello de los buenos propósitos y toda esa monserga.

Mi naturaleza, en todos sus sentidos, ha cambiado. Digamos que me he metamorfoseado, graciosamente y por suerte no en un insecto pesimista y limitado sino en un personaje público. O sea, más público. O, por así decirlo, más de cara al público. No, no soy cajero de un supermercado, puesto que idolatro constantemente, por cierto.

Todo este cambio tenía que verterse en este blog tan querido por mí o dejarlo morir, abandonado como si de basura espacial se tratara en el universo bloguero; acaso visitado por algún nostálgico ausente, o por un buscador de imágenes o de otros textos cuyo engañoso google le trajo hasta aquí para pasar tres nanosegundos en su territorio.

Sí, pensé que "renovarse o morir" era lo que debería aplicar a mi ente internauta, a mi mini-ego, igual que había hecho con mi avatar fuera de los teclados.

Pensé, sí, pensé mucho, pero el hecho es que el blog anda medio abandonado. Ahí están los números que reflejan el número de "posteos" por año:

Archivo del blog

► 2010 (08)
► 2009 (14)
► 2008 (43)
► 2007 (50)
► 2006 (46)

En fin, propósito de enmienda y collejita suministrada, pongámonos a vomitar un poco en este entrante 2011 que tiene buena pinta pese a los augurios externos.

2011 será el año en que la peña lo tenga jodido para fumar, eso está claro. Y muchos incluso para comprar tabaco. Porque parece que la economía anda fatal. Pero yo creo que la peña siempre tiene para tabaco y tiempo para echarse un cigar. Así que yo que los fumadores, no lloraría tanto.



2011 también parece ser que será el año del "reajuste". La peña habla de los datos macroeconómicos como si del parte meteorológico se tratase, como si no dependiera de "nosotros". Me puedo seguir reajustando, no hay problema. Hay gente que directamente se muere sin opción al reajuste, así que, no lloraría tanto.



2011 será el año en que España no ganará el mundial de fútbol. Entre otras cosas porque no se juega. Aún así, los bares seguirán llenos de aficionados más redichos que los tauromáquicos. Celebrando el gol de cualquiera, insultando la ceguera arbitral o jaleando las entradas a los enemigos. Así que, no lloraría tanto.



2011 será el año anterior al 2012, el que vaticinan los mayas como el del fin del mundo, la era, la civilización, el Apocalipsis o lo que puñetas sea. Esto supone más que tristeza o pánico una justificación más a la entrega al goce y a la banalización de los problemas, porque banales son la mayoría y no tan banales pero llevaderos, los otros. Así que, no lloraría yo, no.



2011 será el año internacional de la Química y los Bosques. Imagino que los taladores de árboles, los resineros, y alguna que otra tribu del Amazonas tendrán más días de vacaciones mientras la industria química no parará ni un puto día de llenar de mierda los ríos. Pero bueno, seguro que a peor no va la cosa. Se reunirán más unos cuantos señores con dietas escandalosas para ni siquiera hacer el paripé de que van a hacer algo. Pero vaya, yo no lloraría tanto y me esperaría a que algo tóxico se me meta en el ojo, por listo.



Y bueno, 2011 será el año de muchas cosas más. Entre ellas, la de a ver qué pasa con la Ley Sinde, la de las descargas. Pero para eso me reservo otro post, en breve, espero, quiero, deseo.




Ah!, 2011 es el año del conejo, según mi tendero.

La respiración contenida

De un día para otro vino la hostia y cortó la respiración. Un virus malo, malísimo, llega, se expande, mata, colapsa. De un día para ot...