martes, octubre 30, 2007

La rata

Soy, salvando las distancias, una rata.

Sobrevivo en las cloacas y el instinto de supervivencia me hace saltar del barco cuando hay peligro. Por ejemplo, un incendio.

Para qué quedarse, para qué ser un héroe. Las ratas nunca somos héroes. Al revés, tras apagar el incendio, el capitán al vernos diría: “¡una rata!”…y nos daría de escobazos o arcabucazos…hasta eliminarnos o hacernos, paradójicamente, saltar del barco.

Nunca seré capitán (ni tampoco marinero, ni tengo nada que ver con la canción de “La Bamba”; tampoco voy a estar todo el día escuchando el “Master of Puppets” pero vamos, que “La Bamba” como que no). Así que, una vez asumida mi condición, me entrego al arte de buscar comida, refugio y perpetuar mi especie. Que es a lo que vine.



Y dejo las patochadas para los papanatas.

El caso de Ratatouille (ratatuli, lo llamo yo, igual que mi madre dice Clin Stanbod en lugar de Eastwood porque le sale así) es un caso especial y horripilante. Un mal ejemplo, una rata chef. Y del chef al chief va un paso. Mal ejemplo, porque nos podemos hacer ilusiones, como cuando vemos Fama y un negro macarra acaba triunfando a pesar de ser un inadaptado o cuando vemos a Ralph Macchio (que no es Rafa Macho, no me jodas…ha sido el seis penalti y expulsión) haciendo el dar_cera-pulir_cera mientras la versión oriental de Mr.Magoo le mira abstraído para conseguir al final darle cera al chico-guapito-malo y quedarse con la chica-guapita-ingenua.




Malos ejemplos para los tiempos que corren y han corrido siempre. Si ves una bota venir hacia ti, corre todo lo que puedas, igual que cuando veas una carga policial, que no basta con echarte a un lado y levantar las manos mientras dices :”Yo no he hecho nada”, las hostias te las vas a llevar igual.

Por eso salto del barco, porque no me lo creo. Y mientras salto veré cómo los perritos domésticos se intentan quedar al lado de su amo, en un acto de no sé qué lealtad mal entendida y por supuesto, nada correspondida.


domingo, octubre 28, 2007

Cada uno es como es

Se me ocurre hablar del puto cambio de hora que dará para más de una conversación absurda de desayuno o ascensor: "¿Entonces las 6 ahora son las 7? y se hace de noche antes, ¿no?".

Se me ocurre hablar del mundial de Fórmula 1, el nuevo opio del pueblo, viendo cómo se gestiona últimamente el fútbol (deportiva y peseterilmente hablando). Todos expertos pegados al televisor, sea la hora que sea, como mi amigo Sergio, y todos opinando.

El conductor que me trajo el otro día pilotaba bastante, en todos los sentidos, y me dio una charla de lo más pedagógica sobre Alonso, Hamilton, Raikkonen y todo lo que encierra la fórmula 1 y las otras fórmulas, los rallies. Y cómo un colega suyo de toda la vida cogía las curvas a 190 por un puerto que hay cerca de su pueblo. Y claro, el muchacho consiguió su sueño: Correr en competiciones. Pero no tuvo suerte ni el dinero necesario, porque esto de los coches es como lo de los toreros: o vas con la pasta por delante o ni puto caso al talento (quizá se podría extender a cualquier disciplina esto último).
Al final el colega acabó de taxista, lo cual le permitirá seguir cogiendo curvas a 190 y cobrar por ello, no está mal. Yo, de todo este lío, me quedo con este post.

Y mientras tiendo la ropa oigo a mi vecino Sr. Crispado elevando el tono de voz como sólo los padres de familia cabreados y con patente de corso saben: "Cada uno es como eees, claro, cada uno es como eeees, pero yo le digo: 'Esto lo haces porque lo mando yo', porque tiene que haber una autoridaaaad, que es un acto de amoooor". Algo así decía Mr. Torture a su mujer para explicar su método "educativo". He estado por sacarme el ipod al tendedero y dejarme llevar por lo último de Calamaro, pero ya me quedaban tan sólo dos camisetas que tender, así que tan sólo tarareo "Love me tender" en plan Elvis-Bono, o sea, marcando la "j".



Y ahora, ya dentro de casa, pasando frío mientras pienso qué hacer con la tarifa nocturna, la potencia contratada y las mantas, me da por pensar que nos hemos vuelto locos, los "apóstoles de Gore" incluídos, porque yo me ponía ahora mismo una estufa de carbón y me hacía unas castañas pilongas en el salón, con dos cojones.
Por cierto, "Los apóstoles de Gore" suena a secta o a peli primitiva de Peter Jackson.

Por otro lado recuerdo, mientras escribo, la parida que dijo mi colega David en su última actuación: "Los magos...no tengo nada contra ellos, pero vamos, que podían cambiar un poquito los números. Por ejemplo, cogen un pañuelo, se lo meten en la mano y sale una paloma...y digo yo...sé original, hombre y métete la paloma en la boca y sacas el pañuelo por el culo...no sé...innova un poco".

Ahora releo el post y no sé qué título ponerle, "cada uno es como es", pienso, mientras me compadezco de los que siguen bajo la imposición de métodos educativos.

pd: Como los Héroes ya se han ido, quizá para no volver, incluyo aquí uno de los múltiples vídeos que circulan por youtube, por aquello de no haber contado nada sobre el concierto y por hacer buena la frase esa de las mil palabras.

martes, octubre 16, 2007

A los que saben

El concierto de Héroes fue tan cojonudo que mejor no hacer ningún comentario.

Dicho esto y siguiendo en mi línea cascarrabias-laboral, me sale retratar a "los que saben". Es un poco reiterativo el tema, digamos que al mismo ritmo que éstos exharceban los nervios del más reposado trabajador.

Frases como "Por favor, prueba los cambios antes de subirlo todo a producción" o "Cuando vuelva te quiero ver mirando otra página" o "No funciona nada" pueden parecer más o menos normales así, fuera de contexto.

Vamos pues al contexto:
El trabajador hace unos cambios, los prueba y los sube a producción. El personaje "El Que Sabe" ( en adelante "EQS") se va presto a cubrirse de gloria haciendo suya la ejecución de dichos cambios. Pero aquello no funciona, porque no están haciendo las cosas como se deben hacer y debería "SABER" hacer. Resultado: e-mail con retintín, soberbia y falta de tono.
"Por favor, prueba los cambios antes de subirlo todo a producción".

Esto hace perder muchísimo tiempo al trabajador intentando ver qué ha podido pasar y, puesto que el "EQS" está convencido de que sus maniobras son correctas, cualquier comentario al respecto o sugerencia de una incorrecta es contestada con doble ración de soberbia y falta de tono (ya el retintín sobra, porque va a saco a por el trabajador).

Estas circunstancias demuestran que el "EQS" es un gilipollas total, parcial, periódico puro o mixto, pero un gilipollas a fin de cuentas.

Otro contexto:
El trabajador está repasando una presentación con su EQS. Éste le interrumpe constantemente con comentarios estúpidos del tipo: "En lugar de decir 'este punto' di mejor 'este item'" y chorradas parecidas. EQS tiene que ir a cambiar el ticket del parking, porque se le pasa la hora del aparcamiento, que pagará la empresa, por ser EQS, claro. Cuando vuelve, el trabajador le espera paciente en el mismo punto en que lo dejaron. El EQS se lamenta: "Pero bueno, sigue tú"...y se prepara para volver a ausentarse otro período corto de tiempo, antes del cual eructa: "Cuando vuelva te quiero ver mirando otra página".

La tocada de huevos es monumental, sobre todo para los que ya se los exploraban con interés práctico mientras el EQS todavía era un proyecto de imbécil en las santas mentes de su progenitores, que algo también habrán contribuido a crear tal ser. El Padre SabeloTodo ("EPST") y La Madre Más Que Sabidilla ("LMMQS")...puede ser, lo consultaré con Punset a ver qué opina de tal combinación).



Así, con tales desmanes laborales, que tanto consentimos como callamos, no me queda sino imaginar que nosotros también somos unos auténticos Héroes del Silencio.




jueves, octubre 11, 2007

Volando voy

Es curioso cómo están planteados los vuelos de corta distancia. A saber: Hay que estar una hora antes en el aeropuerto, recoger la tarjeta de embarque (que el barco no lo veo por ningún lado, pero bueno) y luego esperar no sé cuántos minutos a que salga el avión.
Si el viaje se te da más o menos normal, es decir, si se te pasa volando, llegas al aeropuerto de destino a la hora prevista. Pero queda la ruta rodada del avión, el autobús y luego dar largos paseos, bolsa de mano en mano, por los pasillos del puerto aéreo.
Y todo, al final, para coger un taxi que, tras una hora de camino, te cruje y te deja en tu casa o en tu lugar de destino: hotel, oficina o descampao.
Total, que empiezas a valorar el patinete como medio de transporte ideal: Contamina menos que las toxinas de Al Gore, te ayuda a estar en forma, y tarda lo mismo que el avión. Todo ventajas.

Hoy, mientras volaba, y por aquello de relajarme un poco, me puse a mis Héroes para también recrearme en la suerte de tener entradas para el superconcierto del día doce.



Mi sorpresa fue que, al pasar por una zona de turbulencias, nada turbolover dicho sea de paso, sonaba en mis auriculares: "la caída pierde altura...por momeeeentos...por momeeentoss...por momeeeentooooos...por momen...toooooosss". Y claro, a uno que no es como la baronesa Thyssen, es decir, de piedra y con pico de pato, le da por pensar.


Pero bueno, al final, eso: Aterrizar, pillar autobús y dar paseos por el airport, eso sí, tarareando que: "Volando voy, volando vengo...volando voy, volando vengo...por el camiino...yomentretengo...".

A gusto...


martes, octubre 02, 2007

Ponerse en forma

No hay más remedio: Renovarse o morir. Cada uno pone su límite en una marca de la báscula, yo llevo tiempo fluctuando sobre ese límite. Así, y embargado por la moda post-vacacional, que es la misma que la pre-vacacional y la misma que la de año nuevo-vida nueva, he decidido volver a recuperar la forma, la que tuve y perdí, la que ansío tener mientras me colapso al borde de un plato de huevos revueltos con morcilla, la que me hace dormir mejor, soñar mejor y vivir mejor. La mejoría absoluta, haciendo bueno el "mens sana in corpore sano".
La que me hace sentir como el "David" de Miguel Ángel: Admirado y universal.

En fin, que me he puesto manos a la obra (a trabajar en un andamio, ahí sí que se suda, que dicen los mayores que no entienden que paguemos euros por sudar).
He comenzado con carrera continua y ejercicios de cintura. La carrera, medio bien, la cintura un poco peor.
Mientras me contorsionaba de un lado a otro con los brazos en jarra, y luego sueltos y luego abrazados uno con otro, buscando la posición óptima, me sentía como "Las Grecas" bailando su "nainonainonana".


Pero bueno, todo está por llegar. Quizá me falte un buen gorro de lana y en los auriculares la música de "Eye of the Tiger" para ponerme a subir escaleras como loco, aunque no creo que me dejen subir las del Congreso, que ya es sólo territorio de los CQC, ni las del Museo del Prado, a menos que vaya teta en mano y con bebé de escaparate agarrado a mi vello canoso, ni tampoco las del Cercanías de Renfe, no vaya a ser que los de seguridad anden aburridos y se extralimiten al verme gritar "Adriaaan, Adriaaaaan" al llegar arriba.



Todo un reto esto de ponerse en forma.

lunes, octubre 01, 2007

He sido bueno

El otro día Sergio me convenció para que le cediera mi otro blog, ese que andaba parado hace tiempo. He sido bueno.
Ahora leo su/mi blog y me alegro: Mientras escribe al menos no se tuerce nada. Parece que le ha gustado y ha empezado fuerte, nada menos que tres post en cuatro días. Yo, que dilato mis post por no sé cuántos motivos (otros lo tienen parado por otros tantos, como diría Sabina "nos sobran los motivos"), he pensado que esta solución es muy buena: escribir poco pero más asiduamente. Tampoco va a ser un twitter pero vamos, que quizá durante una temporada pruebe a esto de la escritura compulsiva, franca y sin revisar.

Por probar.


La respiración contenida

De un día para otro vino la hostia y cortó la respiración. Un virus malo, malísimo, llega, se expande, mata, colapsa. De un día para ot...