Aquí, en Madrid, el mes de mayo lo inauguramos siempre, aparte de con la mani manida, manipulada y mancillada de los sindicatos, con un homenaje a los héroes del día 2, que salieron a la calle a defendernos a todos de los franceses.
Y ahí parece que todo el mundo está de acuerdo. Sobre todo porque el enemigo lo dibujan de forma clara y porque ha pasado suficiente tiempo para escribir la historia con todos los tintes épicos que requiera el caso.
El homenaje no sólo lo hicieron las autoridades sino que también hubo una "espontánea concentración" en la plaza del 2 de mayo: El botellón.
Es una putada esto de que todo el mundo se ponga de acuerdo para abarrotar una plaza y llenarla de meadas, cristales y bocatas con olor a fritanga china.
Se equivocan los que hacen esto, los que no piensan en los vecinos que viven allí y piensan: "Que se jodan o se vayan a Getafe a vivir". Seguro que ninguno soportaría que en el felpudo de su casa apareciera un charco de dudosa procedencia.
Pero también es verdad que esto de tomar la calle es una maravilla. Es un ambientazo cojonudo. Un plante a las normas que dictan personas que pillan cacho adjudicando servicios a empresillas compadreadas. Un plante a los bares que suben el precio al ritmo del gasoil y te llenan el cerebro de garrafón mientras el portero te trata como una mierda si te has pasado un poco al quejarte de un empujón.
Así, en este escenario, el día 1 y 2 se lió. La poli decidió intervenir. Seguramente no pilló porra ni uno de los que quemaba contenedores, que son hábiles y saben que van a la guerra, igual que seguro que no pilló ningún poli que también lo sabía. Al final pillaron los de siempre, los que no hicieron nada y al ver correr corrieron, tropezaron o se toparon con un porrazo. O bien levantaron los brazos en actitud pacífica y así facilitar el trabajo a los iracundos protectores de la ciudadanía.
A mí esto de salir a la calle a dar porrazos o quemar cosas la verdad es que nunca me ha parecido bien. Ni me parece bien que los dieran los héroes de mayo del 1808, ni los de 2007.
En Francia gana Sarkozy y sale peña a quemar coches. No está bonito. Que por cierto, ya podía haber yo aparcado por allí: Hoy he ido a la revisión de los 90.000 y como siempre. No aprendo: Clavada e incertidumbre ¿me habrán cambiado lo que necesitaba el coche?
Sarkozy y Ségolène Royal otra cosa no tendrán, pero nombres chulos para ser personajes públicos, seguro.
Aquí la cosa va mal en ese sentido. Si Rajoy se dijera "Rayuá" y Zapatero se llamara "Zapet", ya sería otra cosa. Pero no, tuvimos que liarla y echar a los franceses, que nos querían enseñar a leer y a tirar camiones.
En fin, que venga alguien con un abanico que mes de mayo.
Truman: Ex-Trabajador de oficina. Incansable observador. No deja títere con cabeza. Su lema: "Cuando no tengo otra cosa que hacer, trabajo".
martes, mayo 08, 2007
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