
Uno ya no sabe si dejar de tomar café con los compañeros o hacerles tomar a ellos uno tras otro hasta dejar la máquina sin vasos o palitos.
Esta urgencia por saber y contar hace que a uno le resulte muy complicado hablar de sus proyectos de ocio a corto o medio plazo.
“Este finde vamos a ir a ver el nacimiento del río Mundo”.
-“Pues es una pena porque cuando está bonito, bonito, es en primavera…ahora vas a pasar más frío que otra cosa”.
¡Hala, a tomar por culo el finde rural!
“¡Ay!, esta peli me apetece verla un montón pero ya no está en los cines”, dice la chica.
“Si quieres te la grabo, que yo la tengo en mi disco duro de ocho mil millones de Gigabytes”, dice el amigo.
“Vale, a tomar por culo regalo de cumpleaños que tenía ya comprado”, piensa el chico de la chica.
“Este sábado vamos a ir al centro comercial a comprarnos una televisión con TDT integrado, e ibuprofeno regulable por fibra óptica con resolución de 2000 millones de casi se te corrige la miopía de mirar la pantalla de 80 pulgadas de vapor líquido”.
-“¿por cuánto?”, dice el compañero.
-“por 599 euros”.
-“¡Bua!, yo tengo un colega que la misma, la misma, le costó hace 2 meses 499,95…además ya está anticuada”.
A tomar por culo compra de televisor, eso sí, que sepas que al final muere.
pd: Por cierto, merece la pena ir a ver "El Orfanato" ( y eso que yo soy más de Pixar que de otra cosa). Por primera vez en un megacine, pude ver una peli en el más absoluto silencio.

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