Más de un mes desde la última entrada, el último post y toda una vida que contar, pero no es la mía, así que me callo.
Envuelto en el olimpismo y en el suertudo 8 del 8 de 2008 me relajo explorando mi panza para compararla con algún abanderado y sonrío: soy olímpico, no hay duda.
Tras la ceremonia (no decepcionó el gran Zhang Yimou) y este espantoso calor que tanto me gusta, intentaré relajarme con más dosis de cerveza, agua y compañía agradable.
También me abandonaré a la lectura de, como dice mi prima, "libros de leer". Aunque tengo algunas dudas que despejar con esto de las olimpiadas chinas, la cultura china (la única que parece milenaria), y el mejunje occidental que nos traemos entre manos con respecto a las personas de ojos rasgados. Lo intentaré entre lectura y lectura.
Aprovecharé también para ir al mercado y escaparme de los supermercados (me deprime ver tantas cajas vacías y el aire acondicionado te lo chupas tú solito), para escribir algún poema o para mirar al Cielo más, a ver si este año veo las putas Perseidas, también llamadas de San Lorenzo, por aquello del santoral.
Luego, en un rato, empezaré a documentarme para el libro que voy a escribir, no sé si esto lo haré en pelota picada o con un pareo mediterráneo, aún no lo tengo decidido. Antes, eso sí, pasaré por el herbolario para llevarme media docena de botes de hierbas: unas para limpiar mi organismo y otras para limpiar mi espíritu, que debe estar de hollín hasta las trancas (terrenal que es uno).
A mi lado me proveeré de todo lo que me inspire, me recuerde lo artista que soy, me hable, me transmita y me prepare para un manotazo visceral sobre un lienzo o un garabato impulsivo sobre un cuaderno de notas ecológico.
A todo esto la tele seguirá puesta y gozaré con las medallas nacionales y de algún que otro país, atleta o equipo que me caiga simpático. No sé si me engancharé con el bádminton o con el lanzamiento de disco: Siempre he sido mucho de método Fosbury y de gimnasia rítmica, sufriendo para que la pelota no se les escape o la cinta se vaya a hacer puñetas, pero hay que dejar un hueco para las nuevas pasiones.
No sé si ya lo he dicho: Ahora soy bohemio.
Truman: Ex-Trabajador de oficina. Incansable observador. No deja títere con cabeza. Su lema: "Cuando no tengo otra cosa que hacer, trabajo".
sábado, agosto 09, 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
La respiración contenida
De un día para otro vino la hostia y cortó la respiración. Un virus malo, malísimo, llega, se expande, mata, colapsa. De un día para ot...
-
No sé si es la sociedad (balones fuera), el cansancio vital de los que están en su entorno (balones fuera) o simplemente que somos así de hi...
-
Conocí a Hovik hace tres semanas. Me dio un abrazo y supe que era mi amigo. Esas cosas se sienten o no se sienten. Hoy Hovik ha triunfado en...
-
Entre el 3 y el 6 de noviembre se celebró en la Universidad Autónoma de Madrid el I Congreso Universitario sobre el Monólogo Cómico . Pa...
1 comentario:
Lo cierto es que sí vas pareciendo bohemio, jeje. Un placer encontrarte de vuelta, y una gran satisfacción leerte decir que vas a escribir un libro. Una noticia impresionante.
Publicar un comentario