Todo el mundo hace balance o lista de propósitos (yo también, una vez), o una selección de los vídeos más vistos o más graciosos (hay que ver la cantidad de gente graciosa que hay)...
Todo esto para que luego nos echen a las 2 de la mañana "Siete novias para siete hermanos" (lo hicieron en Nochebuena), que no sé si queda algún abuelo en una residencia de sospechoso nombre, estilo "Residencia El Ocaso" o "Residencia El Último Suspiro" que la haya visto en el cine.
¿Qué película nos pondrán en Nochevieja? Yo siempre apuesto por "Grease" o "El coloso en llamas", pura estadística.
Aprovechando el fin del año, decía, todo el mundo intenta comprimir en un par de frases, titulares, enumeraciones una inmensidad de sensaciones, noticias, miradas, imágenes, emociones, acontecimientos. Imposible.
Aprovechando pues, el fin del año, voy a hablar de mis plantas.
Están bien, aunque les da el sol lo justo (pocas horas y poca exposición directa) y yo las riego cuando me acuerdo con un criterio extraño.
Un par de cintas están como siempre, no se quejan, aunque tampoco están muy bonitas.
Una "alegría" se puso a estirar en el período vacacional, donde visitó tierras más húmedas y soleadas (la dejé en otra casa) y ahora aguanta como puede en un entorno hostil, pagando el precio de crecer tan rápido.
La del dinero está cojonuda, verde, verde. Será por lo de la lotería.
La que parece un árbol tropical (yo es que de nombres de plantas, el perejil y poco más) está igual que cuando vino envuelta en papel de regalo. Bonita hasta el macetero.
Luego está la que nos dieron en la casa okupa: "Aquí lo compartimos todo". La planta era de una que estuvo por allí y ya no estaba. Ésta también pegó un estirón vacacional y parece que aguanta. Normal: está acostumbrada a compartir.
La que está jodida de verdad es mi planta-árbol, que estaba hecha un roble (valga la comparación) cuando crecía a duras penas en un bote de Mistol cortado y listo para hacer botellón que acabó de maceta improvisada y duradera. Desde que la trasplanté no ha vuelto a ser la misma y se le caen los troncos a trozos. Pero se salvará...digo yo.
El último en venir es un cactus, chiquitito y que le pasa como a mí: aguanta sin beber agua lo que le echen. Ahí está en la estantería, de momento no ha dado signos de envejecimiento prematuro: Residencia "El Cactus Sequito".
Pues eso, que las plantas bien, y el 2009, seguro que de puta madre, con listas, resúmenes o lo que sea.

Yordeguandaraguón...
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