domingo, junio 22, 2008

España 4 - Italia 2

Sería inadecuado entrar por aquí a estas horas con otro tema. Sería inadecuado, no por nada, sino porque escribiría sobre algo ajeno a mis pensamientos y envuelto en una emoción que no le correspondería.

Por eso hay que escribir sobre el partido de España contra Italia, y de la emoción.

Saber gestionarla, saber valorar esa zozobra que nos inunda cuando ataca el rival; esa rabia cuando el árbitro se hace el sueco, aun siendo alemán; esa desesperación al ver avanzar el reloj y nada, que otra vez nos quedamos en cuartos, que otra vez los italianos, que otra vez.

Hoy he elegido no ver los penaltis, sólo sentirlos y reconocerlos por los que gritaban cerca y en otras casas. Estaba preparado para la decepción, más que nunca, quizá todos estábamos más preparados que nunca, y quizá esa fue la clave.

Es un placer extraño, porque uno intenta huir de convencionalismos, evitar enmarañarse con el furor colectivo, retirarse a una habitación rodeado de todo menos de fútbol, toros y rumba. Pero al final pica. La sangre caliente, mezclada por todas las civilizaciones mediterráneas, le golpea las arterias:

Las sienes palpitan, el corazón se siente como un altavoz saturado a decibelios, los puños se cierran y las piernas se mueven sin cesar. Y comienzas a acumular tensión, apenas desfogada con algún golpe en la mesa, un grito y un resoplido.

Muchos minutos. Para al final, o bien drenarla durante horas si el partido acaba en decepción o bien dispararla fuera durante treinta segundos de felicidad compartida.

Esta noche ha ocurrido lo segundo, lo bueno, lo divino, lo mejor. Esta noche nos hemos curado.

Todo esto puede parecer una tontería, pero ¿es una tontería la emoción?




10 comentarios:

Eco dijo...

Estoy ABSOLUTAMENTE de acuerdo en todo.

Soy una recién llegada a esto del fútbol, pero creo que después de hoy, soy una asidua más. Ahora sólo me queda elegir equipo (y, de momento, me parecería una falta de respeto total no elegir al Valencia, aunque también me parece una traición no elegir al Atlético, que es el equipo de mi familia desde que el mundo es mundo).

Buenas noches

Unknown dijo...

Estoy más contenta...

Anónimo dijo...

Las emociones son lo que mueve el mundo. Sin ellas no existiría nada. ¿Cómo van a ser una tontería, Truman?

Ahora toca comerse la ensaladilla rusa otra vez, ;)...

Truman dijo...

Uff, difícil elección. Uno normalmente elige equipo de chiquitín. Es como si te dejaran elegir cómo ir vestido a la comunión.

Gracias por el comentario, Aspirante!...

pd: Fíjate qué casualidad, tengo un colega que es
Aspirante a jefe

Truman dijo...

Hay que estar contentos, Drea, yo me he comprado el pedróquilo y todo...
;)

Truman dijo...

Me encanta la ensaladilla rusa, Dragó. Muy bueno tu comentario.

Espero ver más comentarios tuyos por aquí.

Tendido y con un libro negro me despido.

Anónimo dijo...

Oye, que de gente te deja comentarios. Son todos amigos tuyos???. Me ha gustado mucho tu descripción sobre la emoción que sentimos. Yo me sorprendí a mi misma tirándole besos a todos mientras sonaba el himno. Imaginame durante los penaltis. Filetes rusos, es otra opción.

Truman dijo...

Bueno, anónimo, gracias por tu comentario. Se agradecen los comentarios porque quieras que no, uno escribe para que le lean, aunque sean unos poquitos. No sé si son amigos míos muchos de los que se animan a dejarme algo por aquí, aunque un poco de cercanía a Truman seguro que sienten. Hay otros comentarios, pero no se suelen publicar.
Al final hubo filetes, ensaladilla y hasta polvorones de la estepa.
En fin, a ver qué pasa el domingo.
Salud!

Anónimo dijo...

San Isidro de 1974. Estadio Heysel (Bruselas). Final de la copa de Europa. Atlético de Madrid - Bayern de Munich. Beckenbauer y 7 internacionales alemanes más jugaban en ese Bayern, que, un mes después se proclamaría campeón del mundo. En el Atleti destacan Adelardo, Gárate, Reina, Irureta, Aragonés (35 años) y Ufarte (hoy, segundo de Luis).
Aragonés adelanta de libre directo a los rojiblancos en el minuto 113, pero los alemanes consiguen empatar en el último minuto, para acabar ganando en el posterior partido de desempate.

La Historia es un ejemplo de oportunidades perdidas, y rara vez regala segundas oportunidades, pero Luis y Ufarte nunca han buscado regalos. Se lo han ganado más que nadie. Con 70 años, con los medios de comunicación en contra, con un país bastante apático con su seleccion, 34 años después, han conseguido saldar una cuenta que parecía imposible para España entera, y contra Alemania.

Gracias, sois los mejores

Luis, Ufarte, Casillas, Torres, Villa, Cesc, Xavi, Senna, Silva, Cazorla, Iniesta, Puyol, Capdevilla, Marchena, Ramos, Xabi Alonso, Reina, De la Red, Sergio García, Arbeloa, Navarro, Güiza, Juanito, Albiol, Palop...

VIVA ESPAÑA!!!

Truman dijo...

Gracias, withthat por tu hermoso comentario.
¡Qué bello es vivir!

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